El libro me lo recomendó mi mamá y enseguida supe que iba a ser bueno. Se llama "Amandas" y lo escribió la uruguaya Nancy Ghan.
En el casamiento de una compañera de su antiguo trabajo, Gabriela se encuentra compartiendo mesa con cinco mujeres idénticas: todas visten el mismo atuendo oscuro, tienen el mismo cabello blanco, las mismas manos agrietadas y las mismas arrugas en las caras iguales, que la miran con los mismos ojos blancos y opacos. Son cinco mujeres ciegas que se llaman Amanda.
Así empieza esta novela que se divide en tres partes: "Ser única", "Ser bella" y "Ser amada", los tres mandatos sociales por excelencia que rigen sobre todas las mujeres. Los tres imperativos que atraviesan, condicionan y corrompen las vidas de las narradoras de esta historia.
"Yo quería escribir sobre cuánto pesa, en defintiva, la búsqueda de ser amada", me cuenta Nancy Ghan por teléfono. "Ser única, ser bella, ser amada. Es una secuencia: una vez que sos única, podés ser bella. Una vez que sos bella, podés ser amada".
En la pluma de Nancy Ghan, la belleza y la fealdad se confunden, lo raro asume el rol protagónico pero se convierte rápidamente en materia siniestra. Lo inusual, lo desagradable y lo incómodo están en el centro de las escenas que se desenvuelven en torno a estas Amandas inquietantes…
El casamiento terminará en tragedia. Pero eso sucede después.
"Amanda es un nombre propio femenino que proviene del latín amandus, gerundio del verbo amare, amar".
Es la oración -o la sentencia- que inicia esta novela.
"La elección del nombre Amanda no fue casual", explica la escritora. "En un principio lo elegí en honor a la poeta uruguaya Amanda Berenguer, a quien dedico este libro. Después encontré que el nombre tiene ese significado: la que merece ser amada. Y este es un libro sobre Amandas, que no son solo estas cinco mujeres que llevan el nombre, sino también todas las otras mujeres que las rodean".
Gabriela, la invitada al casamiento, Diana, la novia, y sus cinco tías excéntricas, son mujeres en las que se repiten los mismos miedos, a la fealdad y a la soledad. Quizás sean la voz de una mujer sóla, que sea todas ellas juntas a la vez.
Sentadas en la mesa, las historias de las Amandas -Amanda Laprimera, Amanda Lasegunda, Amanda Latercera, Amanda Lacuarta y Amanda Laquinta-, se suceden con velocidad y se superponen con las de los otros personajes. Alrededor de ellos, Nancy Ghan construye una historia fantasmogórica y perturbadora, por momentos sobrenatural y por momentos crudamente realista.
Raras, brujas, fenómenos de circo, freaks.
Las Amandas cargan con el peso de ser distintas desde que tienen recuerdos. Fueron un chiste de mal gusto para la familia y el hazmerreír de su clase. Una masa amorfa de cinco cabezas indistinguibles para su tía, objetos de experimentación sexual para su primo mayor. Cómo vamos a ser amadas si somos todas iguales, se pregunta una de ellas.
"Yo quería pensar en la multiplicidad de las mujeres, y el miedo que eso representa, el terror de perder la unicidad", explica Nancy. "Ellas saben que no van a ser amadas y eso marca su existencia en este mundo. ¿Quién podría amar a alguien que es una repetición de otro?"
Las cinco Amandas tienen "Retinosis Irisada", una enfermedad hereditaria y degenerativa de la retina ocular. A medida que adultecen, pierden la visión y por eso viven juntas, siguiendo estrictas rutinas que les permiten manejarse solas en una casa grande, ubicada en una quinta en Salto, Uruguay.
En Salto nacieron los escritores Horacio Quiroga, Marosa di Giorgio, María Inés Silva Vila, todos maestros de lo siniestro. En Salto, Borges escribió su extraño cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tertius.
Nancy Ghan juega con estas referencias y se divierte en una nouvelle que escapa a cualquier definición. No es una novela y tampoco es un ensayo; es una historia polifacética, contada por distintos narradores en distintos tiempos, combinando varios estilos narrativos con naturalidad. Entre los capítulos nos encontramos con informes médicos que nos hablan de la enfermedad y con otros fragmentos enciclopédicos que se hilvanan con armonía para contar una historia única y múltiple a la vez.
El texto baila entre lo fantástico y lo real, y quizás eso sea lo más perturbador. Los límites entre ficción y realidad se desdibujan. Quizás la narradora nos mienta descaradamente. Quizás todo sea cierto.
"En el libro explorás el vínculo que hay entre lo femenino y lo monstruoso. ¿Cómo desarrollás esa relación entre lo bello y lo inquietante?"
"Me interesa lo que hay de oscuro en lo femenino, pero también en lo humano en general. Esas cosas que nos aterrorizan que no son ni monstruos ni marcianos. Aquello que ni siquiera está en otros hombres y mujeres, sino dentro de nosotros mismos".
"¿…Lo que estamos dispuestas a hacer por cumplir con estos tres mandatos?"
"Sí, la pregunta de adónde podemos llegar. Cuáles son nuestros límites. El acto violento hacia una misma está en la imposición de ser bella. Despreciar el propio cuerpo es algo que todas hemos vivido en mayor o menor medida. Si bien las mujeres hoy en día estamos más habilitadas a despreocuparnos por nuestro aspecto, sigue habiendo industrias enteras en torno a la belleza y a vernos jóvenes. Es una forma de control. Y eso es lo que me preocupa. Eso me inquieta".
"Es el mandato imposible, porque hay que ser única pero que también hay que ser igual, hay que seguir el canon".
"Lo de ser única es entre comillas, porque claro las modelos son todas iguales. Tienen la misma ceja, la misma boca. Es muy perverso lo estético. Y está profundamente relacionado con la vista, por eso las Amandas pierden ese sentido. Ellas dicen que sería mejor no haber podido ver nunca, y no saber cómo son ni lo que se pierden. El mundo tiene cosas muy bellas y el sufrimiento es dejar de verlas, sabiendo que la belleza todavía está ahí. Eso da miedo".
"¿Somos esclavos del sentido de la vista?"
"Vernos es una tragedia. Y dejar de vernos también".
"Amandas" obtuvo el Segundo Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay y se publicó con la editorial Fin de Siglo en abril de 2024.
Mi mamá lo encontró en una librería de Montevideo y se lo llevó, "Cuando lo vi me gustó todo", me dijo, "la extensión, el título, la tapa". No se equivocó. El libro es precioso de afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera. La novela te envuelve desde sus primeras páginas, se te pegotea en la mente y no te suelta hasta al final, hasta que llegás al último párrafo y te preguntás pero qué maravilla acabo de leer.
Sobre la autora.
Nancy Ghan es Bioquímica y Licenciada en Laboratorio Clínico. Siempre le gustó la literatura, pero cuando estudiaba no tenía tiempo para leer nada que no fuera estrictamente académico. De grande empezó a anotarse en talleres literarios. Comenzó a escribir poesía y en 2021 publicó su poemario, Biología (Rumbo Editorial), en donde juega con términos científicos y palabras difíciles para hablar de amor, de soledad. Desde entonces compatibiliza el mundo de las ciencias y el de las letras metiendo el uno en el otro con maestría: "No dejo de lado ninguna pasión", me dice, "trato de hacerlas dialogar".
Bonus track: llevate un Amandas
El libro por ahora solo se consigue en Uruguay. Peeero tengo dos copias para sortear en Argentina. Para llevarte una edición, comentá en la última publicación en Instagram de @bibliofilia.es etiquetando a tu amigo a quien le prestarías el libro cuando lo tengas.
Háganse el favor de participar 🌻
Eso es todo por hoy. Próximamente sale la newsletter Cómo, dónde, cuándo y por qué con Nancy Ghan. Atentis.
Nos leemos,
Jessie
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Siempre me dejas con un libro más en la lista de pendientes