Flores, poesía y silencio
Una entrevista a la poeta María Belén Sanchez.
Quietud. Un estado de calma. Un pensamiento blanco y despejado.
Esos son los tres elementos que necesita la poeta María Belén Sanchez para escribir.
Los encuentra muy temprano por la mañana o muy tarde en la noche. La escritura es una actividad solitaria por naturaleza, y quizás es por eso que escribe mejor en esos momentos del día que son como pausas en el tiempo; antes de que empiecen a sonar los despertadores, cuando reina la paz nocturna sobre todos los durmientes y con la tranquilidad que solo brinda el silencio de madrugada.
Cuando se apagan los ruidos y las interrupciones, su escritura florece apacible.
A María Belén Sanchez le gustan las flores. Es poeta y vive en la provincia de Santa Fe, Argentina. Es profesora en Letras y dicta clases de literatura en escuelas secundarias. También coordina talleres de escritura creativa para proyectos independientes.
Publicó dos libros de poesía: Costuras (Modesto Rimba, 2018) y Una temporada adentro (Hexágono, 2022). Además participó en las antologías Otras nosotras mismas. Antología en Homenaje a Olga Orozco (Agua viva, 2020) y Martes verde Edición Federal (Poetas por el aborto legal, 2020).
Un lunes por la mañana la autora me envía un paquete de papel marrón por correo a Buenos Aires. Es su último libro. Cuando lo abro, en la primera página encuentro una dedicatoria y unas pequeñas flores amarillas levemente aplastadas, que caen con delicadeza sobre mi escritorio.
“Un gesto poético”, me dice María Belén por teléfono unos días más tarde, cuando conversamos para esta entrevista.
Sanchez empezó a escribir poesía durante el colegio secundario. Años más tarde, tras recibirse en Letras, comenzó a participar de un taller de dibujo experimental. Allí se acercó a la técnica del bordado y comenzó a escribir con más frecuencia, trabajando con las palabras como si fueran hilos finos: enhebrando versos y cosiendo retazos de su propia historia familiar para hacer magia con las letras. Ese fue el origen de su forma de escritura tan cercana al arte textil. Como si se necesitara de una observación atenta, y de una profunda motricidad fina para poder componer las palabras delicadas que forman la poesía.
Tus poemas parten del mundo interior: en ellos recuperás imágenes de tu memoria, de tu pasado y de tu infancia. Las figuras de tu abuela y tu mamá se entrelazan en los versos. ¿Qué encontrás en tu historia familiar que te inspira a escribir?
“Me interesa pensar en lo heredado, en el linaje, en las prácticas y los gestos que comparto con las mujeres de mi familia”, me dice María Belén. “Mi primer libro está dedicado a mi abuela, y en ese libro el poema Casa está dedicado a mi mamá”.
Casa
Mi madre
selecciona botones
los agrupa
por colores
y los encierra
en alfileres de gancho
algunas noches
emprendo esa tarea
elijo mis angustias
y las llevo al alfiler pero
dejo la puerta abierta.En Una temporada adentro escribís versos muy sencillos, cortos y punzantes en el detalle. ¿Qué influencia tiene el haiku u otras tradiciones de escritura corta sobre tu forma tan particular de escribir?
“Si bien los poemas que escribo son breves, no tienen la métrica del haiku, aunque sí comparten con esa tradición la temática, que generalmente es la naturaleza. Y desde ya muchos poemas los escribí en un estado de contemplación y presencia”, explica María Belén.
El haiku es un tipo de poesía de origen japonés, generalmente de una o dos estrofas cortas y con versos que no necesariamente riman. Suele inspirarse en elementos de la naturaleza, como los cambios de las estaciones, fenómenos como la tormenta o el viento, y siempre capturando la fugacidad de los momentos cotidianos, como la llovizna, el reflejo en el agua, o un rayo de sol entre los dedos.
Los poemas de María Belén están impregnados de estos recursos. En casi todos aparecen las plantas y las hojas de los árboles en sutil movimiento, las montañas y el mar como paisajes que no son mero telón de fondo, sino protagonistas en las historias breves. En sus versos no hay paredes ni ciudades: hay espacios abiertos, glaciares, relámpagos, y siempre muchas flores.
La naturaleza entera se condensa en observaciones simples. Escribe: “voy a dormir sobre la hierba / y escuchar la fuerza / de mis latidos / como el galope / de caballos a lo lejos”. Con pocas palabras, sus poemas hacen hablar a la naturaleza según lo que ella siente. Su voz y su piel se hacen una con el entorno.
¿Qué es la escritura para vos?
“La escritura para mí es un espacio de intimidad”, dice María Belén. “Es el medio que me permite preguntarme acerca de las cosas. No solo me permite descifrar el mundo que habito sino también mi mundo interior. Escribir para mí es dibujar un mapa para no perderme. También es un trabajo profundo con el lenguaje, la forma y el sentido”.
¿Cómo es tu rutina de escritura?
Sanchez no escribe todos los días, y a veces pasa muchos días sin escribir por completo. “Pero cuando estoy haciendo otras cosas, siento que estoy escribiendo adentro”, afirma. “La escritura comienza mucho antes de empezar a escribir. Siento que la mayor parte se hace cuando no estoy escribiendo”.
¿Creés que esa forma pausada de escribir tiene que ver con el tipo de literatura que escribís?
“todo mi proceso es bastante lento. Escribo breve, o algunas veces escribo textos extensos que después de revisarlos se acortan. La etapa de revisión y corrección me lleva mucho tiempo. Soy introspectiva, tengo tendencia al repliegue y creo que eso se manifiesta en mi escritura, íntima y breve”.
Recomendaciones de la autora.
Librerías:
Desde hace muchos años que María Belén Sanchez compra libros en Del otro lado libros, “una librería hermosa de Santa Fé”, dice. También le gusta mucho Lo de Cra, una librería que hace envíos por correo desde Villa Crespo, un barrio lleno de librerías y cafés en Buenos Aires.
Ahora está leyendo tres libros que recomienda:
Una temporada en Tinker Creek de Annie Dillard.
Diario de una soledad de May Sarton.
Poemas en prosa de Rosario Bléfari.
El taller.
A partir del interés de María Belén Sanchez sobre el linaje, lo heredado y la maternidad, surgió el taller de lectura y escritura Dentro mío llevo un tesoro. La escritora coordina talleres desde hace diez años: primero en bibliotecas, luego en su casa, y ahora también de forma virtual.
“Los talleres presenciales siempre fueron espacios íntimos y amables” cuenta Sanchez. En ellos las participantes hacen rondas con sillas cómodas, en un espacio con velas prendidas y con flores sobre las mesas. Allí leen textos propios y también hacen lecturas conjuntas de obras escritas por mujeres.
“El taller es una invitación a una experiencia sensible que aborda la escritura autobiográfica y la intimidad en la literatura. Es un espacio para honrar el linaje femenino, conectar con el deseo y repensar la maternidad y el amor”, explica la autora. “Trabajamos con el archivo familiar, con fotografías y en diálogo con otras artes. Es un espacio íntimo para la búsqueda de lo propio a través de la escritura”.
¿Qué consejos darías a alguien que quiere empezar a escribir poesía?
María Belén me dice que lo primero es leer. “Sin dudas existe una relación entre lo que leemos y lo que escribimos. Para mí la lectura influye mucho en la escritura, entonces en mis talleres me gusta leer, compartir diversos textos literarios, y ofrecer un panorama literario amplio. Se trata de conocer distintas voces y de darle lugar a la singularidad, a la voz propia”, explica.
Escribile por acá si te querés sumar.
Lo que más me gusta de la escritura de Sanchez es la sencillez con la que describe los paisajes, así como la manera en que comprime sentimientos complejos en líneas breves. Me gusta como esboza la sensación de la soledad en muy pocas palabras, con alegorías escuetas y precisas.
Y en su poesía siempre hay flores. Aparecen como una manera de resumir el encuentro con la naturaleza, visitándolas afuera, en su entorno natural, o cuidándolas dentro de casa. A ella le gusta cortar flores amarillas, las pone en un jarrón sobre la mesa, y así trae la naturaleza al espacio propio. “Lo que afuera crece rústico y silvestre”, escribe, “adentro se vuelve suave terciopelo”. En sus versos, María Belén domestica lo salvaje.
Ese, quizás, sea el propósito de la poesía.
Gracias por llegar hasta acá. Si querés seguir de cerca el trabajo de María Belén Sanchez, podés acercarte a sus redes sociales. Ojalá te animes a leer sus libros; me va a hacer muy feliz conversarlos si después querés compartirme tus opiniones por acá.
Espero que tengas un hermoso domingo. Nos leemos estos días.
Te mando un abrazo,
Jessie






Genial entrevista e invitada. Gracias! Ahora siguiendo tus entregas
Si queres saber más de poetas y escritores, Café con Letras , dirigido por Ángel Kandel es el espacio indicado, su próxima reunión: 15 de Junio