Mapas: la superficie de nuestro terreno literario
Ayudame a identificar las mejores librerías y cafés en tu ciudad. Un poco de Buenos Aires, Montevideo, Santiago de Chile, Nueva York.
Te propongo crear un mapa literario. Bibliofilia tiene lectores dispersos en distintas partes del mundo y vale la pena hacer un relevamiento del terreno bibliófilo que habitamos.
Quiero marcar en un mapa cada una de nuestras librerías favoritas, y por eso te pido que me respondas este mail contándome cuáles son las tuyas: las que tengas cerca y te salven de urgencias literarias, las que recomendarías a otro bibliófilo en apuros, las que yo no debería perderme si paso por primera vez por tu barrio o por tu ciudad.
Borges decía que siempre imaginó que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca. Yo sospecho que mi Paraíso sería algún tipo de librería con café —así que si ponés de esas, mejor.
La idea es construir una topografía literaria: un mapamundi que dibuje las constelaciones de nuestras librerías preferidas en español, un registro que puedas consultar cuando quieras y en cualquier lugar.
Contame también por qué la elegiste. Quiero coleccionar nuestras historias y sumarlas a la descripción de las librerías que marcamos. Así nos vamos a poder encontrar en el mapa nuestros nombres, y vamos a saber un poco más de las librerías elegidas por los demás.
Podés pasar la tarea a tus amigos y familiares lectores —que vivan lejos, o que vivan cerca, o que vivan con vos— para cartografiar cada calle, barrio, ciudad y continente en clave literaria.
Cafés
En otro mapa quiero marcar tus cafés favoritos. Adónde te gusta ir a dejar pasar la tarde con un cortado y un buen libro, adónde te sentarías a escribir. Ya sabemos cuál es el café preferido de Martín Kohan en Villa Crespo, también el de Marcelo Birmajer, escondido entre las calles empedradas de Palermo.
En tu respuesta a este correo, contame el tuyo.
Nueva York, Santiago de Chile, Buenos Aires
El escritor chileno Esteban Escalona me cita en el Barnes y Noble de Union Square, la librería de cuatro pisos que se impone sobre una de las plazas más vitales de Manhattan.
Me espera leyendo de pie, al lado de las bicicletas públicas estacionadas en la vereda. Nos saludamos y entramos en la librería, caminamos entre los cientos de libros que descansan sobre los estantes de madera oscura, y subimos por las escaleras hasta el último piso para llegar a un café grande en el que no hay mesas libres.
Salimos para encontrarnos de nuevo con el frío de Nueva York y Escalona me guía por las calles que empiezan a oscurecerse. Buscamos un lugar donde podamos sentarnos a hablar de libros y la tarea no es fácil, son las cinco y media de la tarde y los cafés empiezan a cerrar.
Pienso que esto no pasa en Buenos Aires y que el problema es que nos falta un mapa completo, un registro detallado de nuestros lugares para hacer esto de leer y escribir y leer sobre escribir y conversar sobre leer.
Me gustaría saber cuáles son los tuyos. Ahí donde encontrás paz, café y bibliofilia. Sea en en Nueva York, en Buenos Aires, en Santiago. En Montevideo, en Torino, en Talcahuano.
Te leo.
Como siempre, que tengas un buen domingo. Que leas mucho, que escribas, y que vayas a pasear por librerías y cafés para cartografiar.
Un abrazo,
Jessie
¡WOW! Que gran idea 🥳 Estoy anhelando ver los resultados. Tengo unas pocas librerías y unos muchos cafés para recomendar, me encanta esta iniciativa 🧡 Te enviaré un mensaje directo.