Nicolás Artusi: “No pienso si no escribo”
Cómo, dónde, cuánto, cuándo y por qué escribe el sommelier de café
Escribió mucho en todas partes. En el aeropuerto, en aviones, en autobuses bamboleantes. Escribió artículos enteros desde el teléfono, “todo por ser periodista”, me dice. Si va caminando por las calles de Buenos Aires y se le ocurre una buena frase, graba un audio en el celular antes de que la idea se le escape. Y siempre lleva un cuaderno.
Como todo buen escritor.
Nicolás Artusi es muchas cosas. Entre ellas, es porteño, periodista, escritor y un confeso adicto al café. Puede llegar a tomar diez por día, pero tiene credenciales: es sommelier de café y lleva publicados tres libros al respecto.
En Café explica el recorrido de la bebida desde Etiopía a Starbucks, en Manual del café ofrece la «guía definitiva para comprar, preparar y tomar café», y en Diccionario del café recorre de la A a la Z la historia de este «líquido negro que corre por las venas de monjes y oficinistas, de camioneros y periodistas».
El primer libro que leí suyo fue Cuatro comidas, un ensayo híbrido, en el límite entre la investigación periodística y la crónica de viaje, donde se sumerge en la historia del desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena. Aprendí muchos datos curiosos que compartí en todas las ocasiones que pude. El libro es una genialidad y creo que desde entonces, hace ya unos años, quise hacerle varias preguntas.
Este mes leí Busco similar, su último libro y primera novela, en donde narra la historia de un joven periodista navegando los mares de la sexualidad y la amistad en la Buenos Aires de los 90’. El texto es una reconstrucción de las memorias del autor y también es otra cosa. Es una autobiografía indecisa, quizás, una sucesión de historias con humor que terminan en suspense, con opiniones de cine que rozan la crítica cultural y descripciones de la ciudad propias de una crónica.
Cuando le pregunto exactamente qué es su último libro, hace una pausa y se ríe antes de responder. Los géneros literarios no lo condicionan.
En esta entrevista le pregunto cómo, cuándo, cuánto, dónde y por qué escribe.
Allá vamos.
CÓMO
“Salgo a correr. Ante la posibilidad de quedarme empantanado con problemas que plantea el texto, lo que hago para inspirarme es salir a correr. Y siempre la solución aparece mientras corro. Así se me han ocurrido títulos, ideas de libros. Es una especie de estar en suspensión pero en movimiento: una pausa activa”.
“Tengo un humidificador cerca del escritorio donde escribo que se corta a las dos horas. Entonces estoy muy enfrascado en la escritura, y de repente se corta el humidificador y me doy cuenta de que pasaron las dos horas: merezco levantarme y tomarme un café. Entonces me hago un espresso, y después vuelvo a escribir”.
DÓNDE
“Antes escribía mucho en bares, pero abandoné el hábito. Las cafeterías de especialidad -que sirven el café que me gusta- son poco hospitalarias para sentarse a escribir (son frías, tienen sillas y mesas incómodas). Las cafeterías que sí son más hospitalarias suelen tener un noticiero puesto a medio volumen que me saca de ánimo. Así que por lo general no escribo en bares. Leo en bares”.
“Además tengo semejante cantidad de cafeteras que prefiero estar acá en mi casa o en mi estudio. Escribo en un estudio a la vuelta de mi casa, que es una redacción unipersonal: emula la mística de la redacción de un diario pero juego al periodista solo. Todas las mañanas bajo a trabajar y vuelvo. Ahí tengo las cafeteras, y pilas de libros. Es un lugar exclusivamente para tomar café, leer y escribir”.
Le digo que ese sería mi paraíso. Le pregunto cuántas cafeteras tiene y me responde con precisión:
“Incontables”.
CUÁNTO
“Escribir el último libro me llevó solo unos meses, después lo dejé enfriar y tuvo un proceso de corrección y re edición, pero no fue nada tortuoso. Habrá durado en total un año”.
CUÁNDO
“Lo empecé en el último tiempo de la pandemia porque ahí encontré el espacio como para escribir. Por lo general escribo en periodos cortos de tiempo. Todos los días dos horas. O como dice Stephen King, todos los días dos mil caracteres. Dos párrafos, pero que sean buenos. Y después salgo a correr, o a pasear a la perra”.
En Busco similar, el narrador -que quizás sea Artusi o quizás no tanto- dice: “Tengo miedo, por eso escribo. Miedo de olvidar cosas. Personas”.
POR QUÉ
“Escribo porque me hace pensar. Creo que no pienso si no escribo. Y aunque suene presuntuoso, me gusta pensar. Me doy cuenta de que escribir es el mecanismo a través del cual articulo las ideas”.
“Porque yo no creo que el libro esté adentro de uno y que escribir sea un proceso a través del cual la obra sale. Yo creo que el texto se hace haciéndolo. Entonces si no me siento a escribir, las ideas no aparecen. El motivo por el que más me gusta escribir es porque pienso a partir de la escritura”.
La biblioteca del escritor
“Mi biblioteca está dividida en dos lugares: en mi casa tengo los libros de narrativa y en el estudio los de no ficción. En un lado, la lectura más placentera y contemplativa, y en el otro, la vinculada con el trabajo y la producción”.
“En la dinámica me complica las cosas porque por lo general el libro que necesito está en el otro lado”.
“Los tengo ordenados alfabéticamente. Por apellido de autor”.
Le pregunto cuántos tiene, y me dice que no sabría:
“Miles”.
“Ahora estoy en proceso de soltarlos. Me puse una nueva regla que es entra un libro, sale otro. Porque no tengo más espacio”.
“Me voy de vacaciones y digo no voy a comprarme libros, eso cambia a no voy a comprarme muchos libros, y eso cambia a me traje veinte libros”.
Café
“A mí lo que más me preocupa es cómo hago para no tomar tanto café escribiendo libros sobre café. Porque la misma escritura me va llamando a tomar café mientras escribo”.
“Soy plenamente consciente de que me juego el prestigio con esto, pero creo que el mate es mejor para escribir. Es más acompañador. En cambio el café, por lo menos el -que me gusta que es el espresso -cortito, apenas un dedo de café- se va rápido”.
Recomendaciones libreras por Nicolás Artusi
4 librerías en Buenos Aires:
Fetiche en Villa Crespo
Librería Norte en Recoleta
Ref en Palermo
Libros del Pasaje en Palermo
“Librería por la que paso, librería en la que entro a ver qué hay, cuáles son las novedades, como acomodan los libros en la vidriera. Todo el ecosistema de los libros me interesa”.
Además
En sommelierdecafe.com encontrás las notas del escritor. Sus recomendaciones de café, ideas y últimos artículos. Pasen y lean.
Seguí a @bibliofilia.es en instagram para ver los cafés y librerías por los que paso, leer reseñas de lo que estoy leyendo y enterarte de las novedades.
Próximamente se viene otra entrevista con Nicolás Artusi sobre su último libro, Busco Similar (acá el libro, si lo querés ir leyendo).
Si tenés recomendaciones de libros, comentarios, librerías favoritas o cafés de los que me quieras contar, escribime! Espero tu mensaje.
Gracias por leer Bibliofilia 🌻
Nos leemos,
Jessie
Qué buen artículo. Me gusta conocer las rutinas de otros escritores. Coincido en muchos aspectos, especialmente en el que le da título.